Voy a describir mi actitud emocional con una metáfora. Imaginate que yo estoy en los puentes de Brooklyn, Sitúate.
Yo estoy arriba, al filo. Y se me cae una mano al agua. Resulta que a mi mano la conozco desde hace poco tiempo, pero me importa mucho. Y aquí estoy.
Tengo dos opciones:
1-Quedarme aquí arriba y no volver a verla. Podría buscarme otra, pero no sería lo mismo, ¿entiendes?
2-Tirarme al agua a buscarla, corriendo el riesgo de ahogarme sin tener seguro que la vaya a encontrar y que vaya a querer venirse conmigo.
Lo siento, ya me estoy hundiendo..
No hay comentarios:
Publicar un comentario