En la cima. Allí estoy. Vuelo todos los días hasta que me duele el pecho de pasarmelo bien. Y cuando acabo, liamos otro, me acerco a tí, te agarro de la cintura, te empujo contra la pared, te acaricio una mejilla, te clavo los ojos, acerco mis labios a los tuyos, me echo atrás, vienes tú, me besas, te muerdo el labio, juntamos la nariz, sonríes, sonrío, te tiro a la cama, te arranco la ropa, te pones encima, te sueltas el pelo y jugamos. Me lío otro, te duermes, te miro, me visto, y me voy.
Te atraigo con miradas, te halago con palabras, te enamoro con gestos, caes y acabamos. Esto funciona así. Si no quieres, sé fuerte y intenta que no te pase lo mismo que a las demás. No es fácil, no lo recomiendo, pero es lo que yo quiero. Y tú también quieres.
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